Y prender fuego...
Releí mis cuadernos buscando mi fuente de inspiración, ¿Dónde quedó la musa que rasgaba mi imaginación? ¿Será que acaso que la fuente se acabó?...No No se crean que este loco mudo se quedó. Simplemente la ansiedad me ahogaba, me sentía atrapado por una invisible enredadera que callado me tenía, me apretaba, me asfixiaba, ni moverme podía, me andaba marchitando debido a la jungla de la depresión que me tapaba... y resulta que sólo tenía que prender fuego. Se acabó el miedo, arde la enredadera, y el fuego ilumina el camino que debo seguir, con esto no quiero decir que se acabó el sufrir, el camino sigue siendo difícil, sinuoso y llenos de peligros, pero ahora en mi corazón renacido late un nuevo fuego un ansia nueva, una musa que me guía camino a no volver a mirar atrás. De las cenizas resurjo con nuevos proyectos en la cabeza, no pudo, no pudieron ahora prepárense porque vengo preparado para prender fuego