Tercera Página
A veces pienso que uno no sabe cuando rendirse, a veces me siento idiota siendo ese eterno cabezota que nunca se da por vencido aun cuando de palos y golpes en el suelo se encuentra tendido, pero es que dime cuenta en su momento que es lo más importante, mi mayor virtud y mi mayor defecto, el echarle a los asuntos y dar siempre un poco más de lo que puedo y no hay mayor recompensa que acabar consiguiendo pese a los palos y las dudas la recompensa en forma de conseguir aquello que desde el principio buscaba
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