Vigésima Cuarta Página

Vaya la época que nos ha tocado vivir, vaya la sociedad que nos toca aguantar, y no dejamos de alimentar las llamas de la desigualdad, nos empoderamos nos abanderamos con nuestra ideología, nuestra religión, nuestra opinión y nos creemos lo mejor, ya sea en un debate o en las redes desde el anonimato, esgrimimos las palabras como si nos creyéremos catedráticos, y no somos nada, la carne de cañón de una política a la que siempre le importo sólo una cosa, ella misma, su silla, su trono y todos pelean por él como si fuera el trono de hierro, y presionamos la humanidad un paso más allá viendo cuál es el fanático con la mayor horda de locos dispuestos a luchar por una serie de causas, en principio a algunos les parecerán que justas, pero nos usan como peones en su juego de presiones y en una guerra social sin precedentes, no hablo de España, ni de Europa, no hablo de las tensiones internacionales, hablo de lo podrido que está la humanidad, la conexión a tu red te ha desconectado de la verdad, y nos dejamos engañar por lo que nos cuentan unos y otros, sin desarrollar pensamiento alguno, ¡puede que tengas 10 títulos! pero sigues actuando como el campesino al que los reyes le decían que se tenían que ganar el favor de los nobles, y es como si de títulos no tuvieras ninguno.