Trigésima Tercera Entrada

Despejar la mente necesito, alejarme de las cosas del día a día, que me dañan, que me hieren, porque últimamente estoy por desenvainar la espada y responder como uno en ciertos sitios, no puede, no puede porque sería un golpe contraproducente, he de pensar con la mente, pero para eso necesito despejar las brumas de la cabeza, poner tierra de por medio, es lo que voy a hacer, no es huir de los problemas, al volver sé que seguirán ahí, pero con la mente despejada, la espada se moverá con mejores movimientos, más concretos, certeros, sin opción de réplica, aunque en algunas cosas basta simplemente con tiempo, y espacio, pero mucho tiempo

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