Septuagésima Sexta Entrada

Sevillano de nacimiento, como yo, fuiste un ejemplo, una inspiración, un modelo, un mentor, tus rimas y leyendas, esos relatos esos ojos verdes, ese "poesía eres tú", que puedo decir de ti Gustavo, ojalá mi tiempo hubiera sido el tuyo, de seguro vivir mucho no habría vivido pero el placer de conocerte lo hubiera merecido.

Y es que en Sevilla cuando paseo te siento en todos lados, no solo en los monumentos que te tienen representado, estas en el aire, estas en el albero, eres parte de los naranjos y los limoneros y por ti sigue tocando un organista y por ti todos creemos en las animas.

Que decirte maestro, aspirar a ser un aprendiz ducho y de los textos tuyos sacar lo bueno y poder alcanzar tu sombra que allá por el S. XIX se quedó pero que por suerte hasta nuestros tiempos tu grandeza nos ensombrece, ojala ser un aprendiz digo de ti merecer, eso aspiro eso quiero ser.

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