Centésima Primera Entrada

Tengo aún en mi cabeza retenida la noche de ayer, y no no me pude quedar con todas las palabras de él, aunque si me dejo alguna enseñanza, os mentiría si os dijera que no lo escuché, me quedé embelesado, y luego él, fue sencillo. A veces magnificamos ciertas cosas y sobre todo a personas, como a él, pero él es como tu y es como yo, es como has sido y es como podrás llegar a ser, al menos eso me enseñó él.

Yo no dejo de ser quien soy, o quien fui, pero sobre todo soy quien seré, he tomado decisiones erróneas y lo sé, pero me tengo que joder, te dicen camina recto y para delante, si la cagas, levántate y decirlo es fácil, y hay quien va más lejos y te dice que una vez te caes la siguiente no es tan dura, que caradura, no ves que me he caído mil veces y ninguna con la otra tuvo nada que ver.

Hay que aprender a quererse y aceptarse, hay que aprender a que si nos equivocamos tendrá su por qué y que no podemos acertar todo el rato, pero hay quienes nos obsesionamos con conocernos y a lo mejor estamos equivocados al hacerlo, porque nos rayamos con los "que hubiera pasado..." si el otro camino hubiera escogido y este fuera el equivocado. Conocerse es puede que, lo más complicado que pueda hacerse, a veces es mejor se ignorante, y jamás reconocerse.

Me estoy liando lo sé y no veis claridad en mis palabras, eso también, pero este es mi proceso, este es mi hilo mental cuando me enfrento a mi, a él, a ti, al papel, este es mi reto, conocerme y dejarme un rastro, unas migas de pan de quien soy hoy para que mañana pueda leer quien fui ayer.