Centésima Décimo Tercera Entrada

Hacia tiempo que no escribía, pero os voy a ser sincero, no me encontraba bien, me sentía alejado del sendero hoy miro los errores cometidos y es querer contentar a todos, tanto familiares como amigos, querer seguir los pasos de otros, no seguir el camino que deba seguir, como diría un maestro poeta "el camino se hace al andar..." y yo añado que da igual cual sea el camino, no me va a frenar el peligro, ya no, ahora que he descubierto cual es mi verdadero destino, soy un soldado, un luchador, desde que nací hasta que muera espada en una mano y en la otra el escudo, luchando por lo que me dicte el corazón.

No me tachen de romántico, no me etiqueten, yo comparado con los grandes sólo soy un mequetrefe, pero porque aun me falta pulir mis texto, añadir contextos, pero os lo dejo claro a todos aquellos que me dicen de manera condescendiente "es que aún eres joven" que tu que sabrás de cómo soy yo, quién soy o cómo he forjado mi camino, a un hombre lo forma la experiencia no la edad, la madurez no se juzga por un número por una nota.

 Eso me lleva a hablar de otra cosa, sobre esta sociedad, sobre esta época y este país de corruptos donde para conseguir una vida, para conseguir las cosas, estas pasando exámenes y no de forma metafórica, entiendo que a muchos les da miedo eso que a nuestros políticos les gusta tanto, colocar a primos y cuñados, pero jugarse toda tu vida a una nota me parece igual de ridículo que si todo dependiera del dinero en nuestros bolsillos.

De momento os dejo, pensando en lo que he dicho, o simplemente os dejo con vuestras vidas, pero amenazo con volver, avisados quedáis, y allá vosotros si me queréis leer