Centésimo Vigésimo Tercera Entrada
Cuenta la leyenda que no hace mucho tiempo, en una tierra no muy lejana, vivía una persona ni joven ni vieja, de edad mediana, maldita de por vida a sentir la gracia del amor pero a no ser correspondido, maldito por el mismo Cupido, nadie conoce de verdad los motivos, en falso dijeron amarle muchas veces más siempre cansarense de él, se daban cuenta más temprano que tarde que el amor que parecieron sentir era solo un espejismo, una ilusión, y caían luego presas de la maldición para darse cuenta de que el amor no estaba en él.
Era un hombre maldito podía amar más no ser amado, como el hombre de hojalata caminaba por la vida, una vida en la que no hay ni mundo de oz, ni mago que pueda salvarlo, pues Cupido sin razón alguna decidió experimentar con él y lo maldijo de manera cruel.
Era un hombre maldito podía amar más no ser amado, como el hombre de hojalata caminaba por la vida, una vida en la que no hay ni mundo de oz, ni mago que pueda salvarlo, pues Cupido sin razón alguna decidió experimentar con él y lo maldijo de manera cruel.
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