Centésimo Cuadragésimo Quinta Entrada

Te oprime el pecho y notas como te duele, se te acelera el pulso y por un momento sientes ese miedo inherente, escuchas un susurro invisible que te llama, una voz en tu cabeza te dice que no vales nada, te duele levantarte de la cama, te cuesta ducharte te miras en el espejo y por un momento no ves nada, la voz te lo recuerda "no eres nadie" y una lágrima de tu ojo salta, intentas pedir ayuda, pero de tu boca no salen las palabras, sientes que náuseas cada vez que desnudo después de la ducha te miras de nuevo al espejo "con ese cuerpo quien va a quererte" te martillea la cabeza mientras te vistes, y entonces te pones la máscara, esa, la de la sonrisa falsa, llegas al trabajo a la quedada y cuando la gente te pregunta ¿Cómo estas? dices "bien" si te insisten, mientes, "de verdad no me pasa nada" muchas veces piensas que de la voz te has deshecho que has conseguido callarla, pero siempre vuelve, la almohada ya no aguanta más mares de lágrimas, consigues mandar un S.O.S al que nadie responde, y el que te escucha te dice y afirma que lo único que quieres es llamar la atención, que lo único que te ocurren son tonterías, que te va todo bien, que como vas a quejarte, te cuentan lo mal que lo pasan ellos con problemas vanales de su día a día, intentando explicarte que ellos están peor... y entonces te das cuenta de que ese monstruo es tuyo, esta en  tu interior, debes enfrentarlo y yo lo hago, lo hago hoy lo hago mañana, ansiedad, inseguridad, angustia... me despierto con mil demonios cada día, unos no les echo mucha cuenta me concentro en lo mío pero otros te acosan hasta el punto que crees que la poca cordura que te queda se acabará rompiendo y caerás al abismo de la locura, sino has caído ya, te planteas mil ideas y nos llevas a cabo ninguna. ¡Pero si sales mucho! Pero sino callas pero... pero... pero... pero ya no sé como combatir estas locura, que me sulfura y me acorrala todas las noches hasta que por la mañana me coloco la máscara, esa, la de que no pasa nada.