Página Perdida 48
Tenía el escudo roto y la coraza patida, el yelmo hendido y la espada roma y delante suya su peor enemigo, la vida. En su armadura ni una mella en una mano una maza y en el otro un martillo, y bajo ese disfraz de caballero de blanca armadura él sabía que se encontraba de todas las más oscuras pesadillas, la muerte, la agonía, la soledad, el desamor, todos aquellos miedos que sus noches removían; y que, con sonrisa macabra se preparaba para asestarle un último golpe a lo poco que quedaba de su cordura.
Su enemigo echa a andar, a él le tiemblan las piernas. Ella acelera y él sonríe, se prepara el golpe y entonces...él baja el escudo, abandona la espada, acepta el golpe, abre los brazos y lo abraza...
Así es la vida es una lucha en la que los miedos te muelen a palos y tienes dos opciones perder la cordura intentando enfrentarlos o abrazarlos, aceptarlos y desde el interior combatirlos de otra manera, conociéndote, conociéndolos.
Toda mi vida me consideraron un valiente y hasta hace poco no empecé a sentirme como tal, tenía miedo, muchos miedos pero hasta hace poco no empecé a escucharlos, a entenderlos y de esa manera, afrontarlos
Su enemigo echa a andar, a él le tiemblan las piernas. Ella acelera y él sonríe, se prepara el golpe y entonces...él baja el escudo, abandona la espada, acepta el golpe, abre los brazos y lo abraza...
Así es la vida es una lucha en la que los miedos te muelen a palos y tienes dos opciones perder la cordura intentando enfrentarlos o abrazarlos, aceptarlos y desde el interior combatirlos de otra manera, conociéndote, conociéndolos.
Toda mi vida me consideraron un valiente y hasta hace poco no empecé a sentirme como tal, tenía miedo, muchos miedos pero hasta hace poco no empecé a escucharlos, a entenderlos y de esa manera, afrontarlos
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