Centésimo Sexagésimo Tercera Entrada

Siempre ha hecho gracia, nos creemos cuando los mosqueteros decían todos para uno y uno para todos, si tomamos eso como máxima tu estas para ti y para ellos, dedicas tu tiempo a ti, a buscar tu camino, pero también a guiar si ellos se salen del camino, mas la triste verdad esta lejos de esa ficción, en la realidad nos quedamos en el que todos miramos por el uno y unos pocos miran por los demás, y además la sociedad hace que esos pocos que miran por los otros, al final se queden solo, siempre habrá unos pocos que te dirán esa frase tan vacía de "aquí estoy" y cumpla con la dicha, es por eso en el que en un momento del camino aprendes a desconfiar de todos los que te cruzas en él, y es por eso que te acabas saliendo del camino, porque en el mismo no has encontrado más que desdicha, y ya no buscas un sendero, un guía, buscas hallar paz, y no hayas como, te sientes solo y eso te incómoda, el ser humano no esta preparado para la vida en solitario, pero poco a poco lo vas consiguiendo te aíslas, dejas de creer en las frases vacías, en las mentiras y es por eso que poco a poco vas desconectando, y sin embargo una parte de ti, aún a alguien parece estar esperando.

Alguien que te saque de ese aislamiento, alguien que no te mienta ni te cuelgue con frases vacías, alguien que se capaz de mirarte y ver más allá de lo que te cuentas cada día, alguien que viendo tus errores e imperfecciones te comprenda y te apoye, no nos equivoquemos, no hablamos de una pareja, hablamos de un amigo o una amiga que sea la mano que te saque de ese bosque, de ese pozo aislado, de esa soledad sempiterna.