Página Pérdida 56
La rutina acaece, cuando me despisto ya ando to los días haciendo lo mismo, intento combatirla pero me vence, si a esto es a lo que llaman madurez, por favor que le digan al revisor que pare el tren, no quiero crecer encerrado entre paredes, yo nací para ser libre, lo supe desde peque, no quiero cadenas, ni cables que me condenen, y es que al final te das cuenta de que nos pasamos la vida queriendo ser normal y cuando se alcanza la normalidad buscas de nuevo aquello que te hacía especial.
Que nociva la rutina que mata dones, le hacemos caso a los jefes sin oposiciones, nos mandan los de arriba porque tenemos miedo a quedarnos sin dinero con los que pagar el precio de la vida, te tienen encerrado en celdas con forma de cúbiculo, te tienen atado a un ordenado, te pasas el día sentado, te venden luego publicidad para que vayas al gimansio, liberas estrés con lo que la tele te venden, pero yo quiero hacer cosas que no haga to la gente, quiero descubrir lugares, ya no busco sitios vírgenes, pues se que ya todos los han pisado, pero quiero perderme por los bosques verdes.
Sin embargo mi condena viene en forma de pastilla, en forma de atención médica que me impide vivir la vida como a mi me gustaría, muchas veces lo pienso y me da pena, poniéndole precio a los medicamentos que me salvan cada día, me doy cuenta de que los de arriba le han puesto precio a mi vida.
Sin embargo esto es una carrera de fondo, y aunque toco hondo yo salgo volando, para algo me sirvieron todo esos pajaritos que en la cabeza tengo rondando, y es que no me apego a sueños mundanos, cotidianos, materiales, a mi no me hace feliz tener último iphone, soy más feliz cuando huele a lluvia en el campo.
Y tengo un plan de salida una manera de ganarle a la vida, no os lo cuento hoy, lo dejo para otro día que por desgracia, hoy me llaman los de arriba
Que nociva la rutina que mata dones, le hacemos caso a los jefes sin oposiciones, nos mandan los de arriba porque tenemos miedo a quedarnos sin dinero con los que pagar el precio de la vida, te tienen encerrado en celdas con forma de cúbiculo, te tienen atado a un ordenado, te pasas el día sentado, te venden luego publicidad para que vayas al gimansio, liberas estrés con lo que la tele te venden, pero yo quiero hacer cosas que no haga to la gente, quiero descubrir lugares, ya no busco sitios vírgenes, pues se que ya todos los han pisado, pero quiero perderme por los bosques verdes.
Sin embargo mi condena viene en forma de pastilla, en forma de atención médica que me impide vivir la vida como a mi me gustaría, muchas veces lo pienso y me da pena, poniéndole precio a los medicamentos que me salvan cada día, me doy cuenta de que los de arriba le han puesto precio a mi vida.
Sin embargo esto es una carrera de fondo, y aunque toco hondo yo salgo volando, para algo me sirvieron todo esos pajaritos que en la cabeza tengo rondando, y es que no me apego a sueños mundanos, cotidianos, materiales, a mi no me hace feliz tener último iphone, soy más feliz cuando huele a lluvia en el campo.
Y tengo un plan de salida una manera de ganarle a la vida, no os lo cuento hoy, lo dejo para otro día que por desgracia, hoy me llaman los de arriba
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