El cuaderno de ReyB

Toca despedir el año, y había ganas, que 2018 prometía pero cuando me quise dar cuenta estaba hecho de cartón piedra, no es que el año haya sido un desastre pero al borde del mismo ha estado, ha sido un año gris, dejémoslo ahí. Pero me quedo con una cosa positiva que creo que es lo importante, he aprendido mucho sobre mi mismo, creo recordar que cuando dio comienzo el otro año, el chino, el horóscopo de esta cultura para este año, el perro, decía algo así como que los perros guían a las cabras como yo, y es que si lo admitimos soy una cabra loca, pero este año me ha ayudado a encontrarme y conocerme un poco mejor, a saber más o menos a que quiero dedicarme y cada vez más saber  a que no, que el dinero no lo es todo, pero por desgracia necesario pero que si lo inviertes en gente bonita el reconcome no será tan fuerte como gastarlo con fines egoístas. Este año comencé sintiéndome solo pero me he reencontrado con muy buenos amigos, con momentos muy buenos y muy malos, y aquellos q...

Sería tan fácil dejarse llevar y rendirse, podría haber tirado la toalla al principio del este eterno domingo, a casa haber vuelto y haber vivido del cuento, pero simplemente ese, no es mi estilo, soy de aquellos que se juegan el cuello por conseguir lo que se proponen, de los que en la ronda final se arriesgan en el o doble o nada, y habrá de personas ciento que nos dirán que no vale la pena el riesgo, que lo dejemos, que claudiquemos, habrá quien a nuestros sueños ponga precio y quien nos diga que aunque lo intentemos jamás lo conseguiremos a eso, a eso les reto a observar como sus palabras ignoro, como siendo como soy con los pies en la tierra y la cabeza en los cielos, persigo los sueños que ellos llamaron "pajaritos" y transformándolos en una larga lista de éxitos cumplidos, ahora os reto llamadme loco, y a ver que me propongo.

No hay peores personas que aquellas que no quieren ver y hay vendas de todos los tamaños colores, y materiales, pero en la sociedad actual pretendemos vivir en un mundo libre y claro y entre tanta  venda las llenamos todas de etiqueta, llamamos a algunas vendas "amistad" otras "amor" otras "fraternidad" y defendemos las vendas porque las vendas ahora tienen un nombre, y luchamos y peleamos y sangramos y morimos por esas y otras etiquetas como la "ideología" o la "religión" y no nos damos cuenta de que el cuento es el de siempre y que detrás de la fanfarria del telón y del humo, están los mismos de siempre riéndose de todos los tontos, que somos, cada uno de nosotros y no nos libramos ninguno.

Tendemos a equivocarnos de términos y llamamos fracaso a un error y a los errores fracaso, la línea es fina, delgada, y sin embargo esta tan clara la diferencia, y es que del error al fracaso hay sólo un paso, y se basa en el conocimiento, si aprendes de tus errores no estarás fracasando más si amigo de ellos no aprendiste nada fracasaras en aquello que te propongas. Es por ello que nunca me fíe de esa gente que se rinde antes de intentarlo porque temen errar, pues temen aprender, fracasaron antes de intentarlo, esa gente es notoria, y a mi me saca de quicio, es esa gente empecinada en un idea, "de mente abierta", pero pa sus temas cerrada, obcecada con no salirse de la línea de lo que ellos consideran éxito, fracasando pues desde que salieron a término, no se dan cuenta de que están errando y no aprendiendo y me reitero, fracasando, son gente que no quiere ver, dicen conocer sus defectos pero no los reconocen, son gente que te aconseja pero ya podéis ver que no tienen ni i...

A veces escribir no es tan fácil como muchos creen, no por los menos como yo lo hago, mi proceso no recurre a ningún método, a ningún rollo zen y yo tengo claro que no hay atajos, como literato soy nefasto, pero porque se me ha dado un don y al mismo tiempo la maldición que lo contrarresta, soy un escritor que depende de la inspiración, y como una chispa, esta tiende a ser demasiado efímera, la constancia esta muy lejos de ser un punto fuerte y es el más fuerte de mis puntos débiles, que débil y frágil es  a veces el humano, pienso cuando se me ocurre lo que nuestra voluntad y nuestra mentalidad nos llevan a pensar en el subconsciente, pero cuando somos conscientes de lo débiles que somos nos hacemos fuertes, tocamos fondo, nos hundimos, y entonces solo nos queda subir, y nos volvemos imparables.