Centésimo Septuagésimo Octava Entrada
Toca despedir el año, y había ganas, que 2018 prometía pero cuando me quise dar cuenta estaba hecho de cartón piedra, no es que el año haya sido un desastre pero al borde del mismo ha estado, ha sido un año gris, dejémoslo ahí.
Pero me quedo con una cosa positiva que creo que es lo importante, he aprendido mucho sobre mi mismo, creo recordar que cuando dio comienzo el otro año, el chino, el horóscopo de esta cultura para este año, el perro, decía algo así como que los perros guían a las cabras como yo, y es que si lo admitimos soy una cabra loca, pero este año me ha ayudado a encontrarme y conocerme un poco mejor, a saber más o menos a que quiero dedicarme y cada vez más saber a que no, que el dinero no lo es todo, pero por desgracia necesario pero que si lo inviertes en gente bonita el reconcome no será tan fuerte como gastarlo con fines egoístas.
Este año comencé sintiéndome solo pero me he reencontrado con muy buenos amigos, con momentos muy buenos y muy malos, y aquellos que conviven conmigo me han demostrado que la palabra amigo puede ser muy mayúscula. Como todos los años también hay gente que se ha ido del camino, pero me he dado cuenta de que hay pérdidas que son ganancias, pues hay gente que a la vida no le suma sino le resta y que a más lastre pierdas más fuerte batirás las alas.
Ha sido un año raro, ni blanco ni negro, ni bueno ni malo, ha tenido de todo un poco, y aunque no lo repetiría años como este nos hacen falta a todos. Me quedo con un mensaje que me ha llegado a modo de epifanía, y es que la actitud de como nos tomemos las cosas, al final lo es todo y todo es cuestión de actitud.
Pero me quedo con una cosa positiva que creo que es lo importante, he aprendido mucho sobre mi mismo, creo recordar que cuando dio comienzo el otro año, el chino, el horóscopo de esta cultura para este año, el perro, decía algo así como que los perros guían a las cabras como yo, y es que si lo admitimos soy una cabra loca, pero este año me ha ayudado a encontrarme y conocerme un poco mejor, a saber más o menos a que quiero dedicarme y cada vez más saber a que no, que el dinero no lo es todo, pero por desgracia necesario pero que si lo inviertes en gente bonita el reconcome no será tan fuerte como gastarlo con fines egoístas.
Este año comencé sintiéndome solo pero me he reencontrado con muy buenos amigos, con momentos muy buenos y muy malos, y aquellos que conviven conmigo me han demostrado que la palabra amigo puede ser muy mayúscula. Como todos los años también hay gente que se ha ido del camino, pero me he dado cuenta de que hay pérdidas que son ganancias, pues hay gente que a la vida no le suma sino le resta y que a más lastre pierdas más fuerte batirás las alas.
Ha sido un año raro, ni blanco ni negro, ni bueno ni malo, ha tenido de todo un poco, y aunque no lo repetiría años como este nos hacen falta a todos. Me quedo con un mensaje que me ha llegado a modo de epifanía, y es que la actitud de como nos tomemos las cosas, al final lo es todo y todo es cuestión de actitud.
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