Centésimo Octagésima Entrada

El siempre fue de mente despierta, rápida y certera, lengua tenaz y voraz, podía resultar letal cuando andaba suelta, más la mente no nos dura siempre, la depresión en él hizo mella, ahora se tornaba la mente del genio en decadencia, el olvido por imprudencia se había convertido en tendencia y ahora se olvidaba hasta de recordarse las cosas. Antes le bastaba una alarma para levantarse, nunca tuvo fuerza de voluntad pero él era así, una persona vivaz, una persona que ante la adversidad se crecía y que últimamente se había vuelto un miedica y un quejica, que si esto que si lo otro, y había apartado el vivir la vida, antes al día hacía mil cosas, se le olvidaba alguna, ahora hacía una y necesitaba recordarselo, hasta el escribir se le hacia pesado a veces, se notaba todo el día cansado los médicos le decían que bien estaba, más él mil molestias se notaba, y es que a veces el poder de la mente es fuerte y a veces cuando la mente flaquea el cuerpo se resiente, sabía que aquello eterno no sería pero poco a poco su mente era la que sufría, él que en el pasado había sido aquel muchacho tenaz y vivaz ahora solo era la sombra de lo que fue en su día.

Más estuvo atento y escuchó, no se si a tiempo, a quienes le rodeaban para pedir ayuda, tuvo cuidado el año siguiente para no perder lo poco que le quedaba de cordura, ahora en la sombra ahí un poco de luz, no sabemos si se recuperara en plenitud, más él confía en que poco a poco la luz gane a la sombra, sabe que su mente al cien por cien jamás volverá a estar, más tan solo espera que dentro de poco vencer a aquel mal, ser capaz de salir de la cama, ser capaz de recuperar la voluntad, queda poco del camino, y poco a poco va abriendo los ojos, se creía solo en todo este trayecto y se mentía a si mismo, pues jamás le faltaron manos o apoyos, y es que a veces la mente es tan fuerte que nos puede hacer creer lo distinto a lo que tenemos en frente.

Sabe que queda poco y ahora se siente más reconfortado, sabe que las sombras se han marchado, más también que su mente no será la del pasado.

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