Cuaderno dos: Undécima entrada

 Coloca las piezas, venga, hoy juego. Coloca bien, no te cortes que hoy quiero jugar en serio. Resulta que me he dado cuenta de que me das demasiadas oportunidades para seguir humillándome, pero hoy yo vine a tirar a matar. Pero no nos adelentemos al jaque mate.


Empiezas con un movimiento típico destabilizante, criticas mi estilo mientras mueves, una nueva vez me dejas caer lo poco que me muevo, lo estático que te parece mi juego, me dices que pocos poetas has conocido, lo que tu no sabes es que hoy vengo renovado con un nuevo juego, sin despreciar a los maestros me di cuenta de que mi estilo quizás no era tanto leer a los poetas si no escucharlos, a aquellos que hacen música de calle, afil se come al peón, y eso que hoy destilo estilo obrero.

Me dices que no es música lo que escucho es ruido, la música de antes molaba más, pero es que no te das cuenta que te has quedado atrás, me arrinconas con las torres, preparas los muros de lo que me dices que debe de ser mi vida, estabilidad y constancia, buscas inculcarme lo que otros intentaron atrás, me matas al alfil y jaque piensas que me tienes atrapado, pero como Aladdin la salida siempre tengo preparada y es que a veces la vida consiste en improvisar, te sorprendo y sin caballo te dejo, resula que el príncipe va convirtiéndose en rey. Tiempo cambio de juego

Pretendes atacar a mi pilar, atacas a mi reina, cruzas al alfil, las buscas, piensas que me atraprás y en el juego me tendrás, sin embargo, no la voy a dejar capturar, muevo al peón y vaya jaque, la mejor defensa es el mejor de los ataques, te quieres salir con la tuya, pero tropa a tropa todos van cayendo, se acaba el juego esta vez no quedaremos en tabla, cruzo mi rey y mi reina y en un momento te das cuenta game over fin del juego.

Se que no te gusta como juego, me dices que ha sido errático y sucio, arriesgado, me insiste en que debo ser más conservador, y yo que te creía progresista, pero te dije que hoy venía a jugar, a disparar a matar, a ganar, no, no me voy a dejar derrocar, aun me queda juego

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