Cuaderno Tres: Duelo
Desde que tengo uso de razón tengo grabado a fuego un recuerdo, son palabras por tantos dichos "Es que hablas demasiado" "Que inoportuno" "Que pesado" a más se repetían las frases más se apagaban las sonrisas, pero jamás me dolieron tanto esas palabras como cuando salían de tu boca.
Era escucharlas y echarme a temblar y es que siempre has tenido ese poder en mi, ese efecto, ese miedo, y yo alzaba la voz, quería hacerme grande y tu siempre me hacías pequeño. Echaste agua sobre la llamas y con el tiempo de las aguas no quedaron ni ascuas. Sin embargo eso ha cambiado debe de ser que con el viento que sopla se aviva una chispa y la chispa prende y hoy vengo al juego, hoy vengo mi voz se presenta al duelo.
Trae como armas todas las cadenas que quieras, que yo he traído como fiel compañera a mi amiga la palabra y como arma predilecta al pluma, pienso esgrimirla como jamás lo hice, en esta ocasión yo seré Goliat.
Ellos me dicen que soy grande y tu siempre supiste sacar pequeños defectos para hacerme sentir enano, ingenuo de mi por hacerte caso, hoy en rebeldía estallo y con sus vitores me agrando, no habrá quien me achante y no habrá quien me empequeñezca pues en esta ocasión voy a ser lo que me apetezca, y yo yo seré el que venza.
El que venza a esa voz del miedo, a esa gente que aparta la mirada cuando desesperado pides ayuda a tus problemas, el que tienda la mano a quien necesite una palabra amiga, hoy mis ideas no se quedan a un lado.
Puede que hable demasiado pero es que no me van a callar, no me vas a callar.
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