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Página arrancada 2

 Escudo en alto ciudadano, tras los primeros días sufrimos algunos daños pero, ahora que hemos emprendido el camino correcto, no podemos permitirnos fallos. Cuando te encuentras con alguien con el alma rota, lo único que puedes hacer es elevarla, tener paciencia, grábate eso a fuego en la piel, que parece que, esta vez, empezaste con mal pie.  Ser paciente contigo, con él, con ella, con todos los que algunas vez hemos sufrido de ese desánimo, que nos abraza y no nos suelta. Ese que hace que todo te de pereza, y en la cama solo quieras esperar. Sí, ese que sentiste, y ahora siente ella... Ese desánimo rompe, así que ciudadano, amigo, mantén el escudo en alto, mantente en el camino correcto y no cometas más fallos

Página arrancada número 1

 Podemos decir que voy volviendo, pero ¿por qué ahora vuelve a molestar el poeta? Quizás es porque me creí preparado para salir a contaros, de nuevo, mis penas. Más aquí estoy y no me siento tal, desnudándome ante vosotros, miro de reojo mi escudo y mi espada. ¿Y si dejo caer la capa y  me vuelven a coser a puñaladas? Y si os dijera que ya la dejé caer y me volvió a doler... Y si os dijera que no estoy aquí para desnudarme, sino para de valor rearmarme. Esta vez digo, no, no me volverán a ver frágil, recojo el escudo y la espada empuño. Tiraremos para delante, y solo espero que no te pille en medio, porque lo que te pueda pasar, solo dios lo sabe.

Página arrancada número 0

Aún no diré que he vuelto, tan sólo os anuncio que el silencio mucho ha durado y que algo había que hacer... Arrancar páginas siempre fue lo mío, puesto que mi inconformismo literario se apropia en cuanto el dedo toca la primera tecla, y a veces debo contenerme para no todo borrarlo. Debo dejar de pensar que todo es malo, puesto que, de cuando en cuando, me encuentro algo bueno, una historia, un poema, un verso que perdido en el olvido se hallaba y una sonrisa me saca. Estoy desentumeciendo los dedos, machaco esta hoja en blanco, harto de silencio, harto de palabras sin sentido, harto de tantas cosas, que tan solo al papel puedo recurrir, hoy vuelvo a escribir, en esta hoja arrancada del cuaderno. Hoy retomo esto...  Pero ¿Mañana? Ya lo veremos...

Y prender fuego...

Releí mis cuadernos buscando mi fuente de inspiración, ¿Dónde quedó la musa que rasgaba mi imaginación? ¿Será que acaso que la fuente se acabó?...No No se crean que este loco mudo se quedó. Simplemente la ansiedad me ahogaba, me sentía atrapado por una invisible enredadera que callado me tenía, me apretaba, me asfixiaba, ni moverme podía, me andaba marchitando debido a la jungla de la depresión que me tapaba... y resulta que sólo tenía que prender fuego. Se acabó el miedo, arde la enredadera, y el fuego ilumina el camino que debo seguir, con esto no quiero decir que se acabó el sufrir, el camino sigue siendo difícil, sinuoso y llenos de peligros, pero ahora en mi corazón renacido late un nuevo fuego un ansia nueva, una musa que me guía camino a no volver a mirar atrás. De las cenizas resurjo con nuevos proyectos en la cabeza, no pudo, no pudieron  ahora prepárense porque vengo preparado para prender fuego

Neo

Nos hicieron soñar con que llegaríamos al cielo, nos prometieron que llegaría lo bueno "lo malo pasará" dijeron y de pronto nos soltaron contra el suelo y como de Platón en la caverna solo vemos el reflejo del cielo sin poderlo tocar, y siempre hay que dar más, trabaja más, consigue más, ten cosas que no quieres tener para ser como nunca has sido ni serás. Nos han vendido una verdad inexistente, para que tan solo unos pocos se queden en la realidad, mientras ellos nos mantienen en este Matrix, donde solo unos pocos deseamos la llegada de un Neo que acabe con la tiranía de esos pocos que quieren la realidad para ellos.

Estado de Alarma

Viviendo en estado de alarma, pendiente siempre del nivel de alerta, el rojo se convirtió en su color favorito el día que se le subió a la cabeza. Con ojos en la nuca, esquivando puñales por la espalda, durmiendo con un ojo abierto, y siempre pendiente de decir cada palabra adecuada. Su cabeza nunca descansaba, su mente nunca se relajaba, sus ojeras solo aumentaban. Deseando siempre que llegue el fin de semana soñando con dormir y sin poderlo conseguir, el insomnio se convirtió en el demonio sobre el hombro derecho, intentando visulmbrar a un ángel que nunca tuvo palabras buenas para susurrarle. Vivía en estado de alarma antes de que todos empezaráis a hacerlo

Día nublado

Día nublado, día oscuro. La lluvia cae sobre a ventana y las lágrimas recorren su cara, hoy no sabe porque llora, explotó la válvula de los sentimientos y ahora se derrama y desparrama de todo, siente que se desangra. La última gota en un vaso pequeño en el que ahogarse le deja sin aire. Se mete en la red buscando algo de inmidiatez, ve noticias tristes, ve memes divertidos, y busca en el erial de internet un poco de placer. Día nublado empieza la jornada, los ojos rojos de mirar la blanca pantalla, las ojeras negras después de tantas noches mareando los marrones de su cabeza, vienen días grises después de que se acabasen los días negros. Finaliza la jornada con la mente azul tras tanta llamada. Noche nublada, su cuerpo dice ni un minuto más, la almohada le susurra que un poco más, busca algo que le sacie una serie que le adormezca esa voz interna que le recuerda que ha vuelto a pasar el día sin hacer nada, sin conseguir ninguna meta, terminando el capítulo de 24 horas de esta temporad...