Centésimo Trigésimo Octava Entrada
Quien no entrena los dones dejan que se oxiden para no dejar que el cuchillo pierda su corte es por eso que muchas veces me dicen que hablo demasiado pero es que si hablara menos perdería aquel don que me regalo un dios o la naturaleza que no es otra que la palabra es por eso que me despierto pensando en esas palabras que durante el día tengo que soltar, sean charlas, en llamadas, correos, o informes, sea en mis textos que no van dedicados a nadie en esas cartas sin nombre en las redes sociales, debo ser certero como un arquero y con precisión apuntar cuando disparo queriendo decir lo que digo, porque si yerras el tiro caeras en el fallo de que venga alguien con descaro a decirte que dijiste algo que no debiste decir, es por eso pensar antes de escribir aunque también al tonto que se remonta con el tanto monta dijo diego que en mis textos digo lo que quiero y si molesta será mejor que mires para otro lado, soy poeta versador y de la prosa y el verso soy dueño, mi hoja afilada y mi arco apunto desde la mañana hasta que reposa mi cabeza sobre la almohada
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