Páginas Pérdidas 44

Éramos jóvenes, éramos niños, y apenas nadie confiaba en mi, me decían lo mucho que valía pero poco les creía, nunca escuché los halagos porque me ensordecían aquellos que me decían que nada conseguiría, hoy me doy cuenta de que siempre fui mi crítico número uno porque la vida me enseñó que a quien le debe importar que piensen de uno es a uno mismo, desde entonces en mi cabeza hay dos voces, una que me dice que está harto de apuntar alto de caerse de ser un fracaso y otro que aprende de cada uno de los fallos y va preparándose mejor  para la carrera para el camino, aprendo de cada palabra de cada movimiento que realizó de cada paso, aprendo y con ello me quedo hoy empiezo a acallar la primera de las voces, miro atrás en el camino y se que ya no hay retorno, me llamaron loco cuando comencé el camino a realizar, pero no me paré ni un poco hasta la meta alcanzar, fueron las caídas y las piedras y los palos los que me enseñaron que está bien tropezar, tener la meta clara y no parar, luchar, esquivar la siguiente bala, preveer quién la pistola va a disparar, quien por la espalda te puede apuñalar, cada día soy un poco más solitario, un poco más selecto, pero la vida me enseñó que se tienen pocos amigos y aquel que tiene mucho es porque poco a tropezado, la fortuna por el momento le ha sonreído y cuando tropiece se dará cuenta de que estaba más solo de lo que pensaba, es por eso que yo soy hoy quien aspiraba ser ayer y no me arrepiento del camino que tomé, me quedé con la gente que se tuvo que quedar y las cosas que tuvieron que ser están siendo, me queda esperar, calcular, sentir, vivir, respirar, disfrutar del momento y dar el siguiente paso.

Os dejó hoy con otro continuará mañana continuamos un poco con este camino, pero por hoy, esto es todo amigos