Cuaderno dos: Octava entrada
Bueno, como sabrás si recurro a ti es porque necesito sacarme esto, que tengo aquí enquistado en el pecho, tienen razón al decirme que mi cerrazón y esa fe ciega en que el cerebro tendrá razón hace que no exprese lo que quiero, sino lo que debo o lo que tengo que... y hace que las emociones se desborden y mi boca se ahogue al intentar expresar lo que siento, y es que duele tanto lo que siento que gritaría cada noche sin dudarlo un momento, es tan jodido estar de esta manera herido, que no te deja pensar, no te deja sentir, no te deja soñar y no te deja vivir. Recurro a ti hoy que tu estabas en blanco y yo no, y aunque no estoy solo en la habitación con mis cascos y una deprimente playlist vengo a vomitar sobre ti un poco de tinta, un par de palabras que de alguna manera broten de los dedos y me sirvan de consuelo