Centésima Octava Entrada
Vino un poeta un día a echarme un cara a lo que yo llamó poesía, me dijo que lo que yo hacía poco se le parecía, flaco favor se hizo a si mismo quien con sus versos decorados hacia rimas ripias más yo con verso sencillo afilo y apuntillo lo que digo, el me dijo que en mis poemas la métrica no existía, y yo le dije que la poesía como el poeta han de ser libres, como el viento y el mar, deja de hacer matemáticas con la poesía no la ates a normas, déjala libre y no la toques más. Vuelve a decirme que me retire del verso y yo lo único que haré será empecinarme en hacer de la poesía mi vida, como cyrano no me someto a tiranía de las normas, me dejo llevar por el arma más poderosa mi palabra es mi espada y ten cuidado de mentarla porque cuando me enfado, me desato, y si quieres verlo te digo que no tientes el reto, pues como cyrano al finalizar...os hiero.